Investigadores del CIB, participantes en la iniciativa de producción bioetanol que se está desarrollando actualmente en el marco de la PTI+ TRANSENER, han publicado recientemente un estudio sobre la primera monooxigenasa lítica de polisacáridos (LPMO) detectada en el genoma del ascomiceto Talaromyces amestolkiae. Dicha LPMO ya ha sido expresada en Pichia pastoris y caracterizada con éxito.

Con el fin de determinar la función de la región de tipo conector C-terminal, presente en la enzima LPMO silvestre (TamAA9A-WT), se han diseñado diferentes variantes de dicha enzima:  una de ellas carente de dicha secuencia (TamAA9A-CD) y otra quimérica, con un dominio adicional de unión a carbohidratos (TamAA9A-CBM). La enzima silvestre completa (TamAA9A-WT) y la enzima con un único dominio catalítico presentaban termo-estabilidades altas, mientras que la presencia del dominio CBM inducía un efecto adverso en la estructura proteica.

Este trabajo ha permitido corroborar el potencial de las diferentes variantes de LPMO de T. amestolkiae para su aplicación en la mejora del rendimiento de sacarificación de materiales celulósicos y lignocelulósicos.

Además de ser capaces de mejorar la sacarificación de sustratos modelo, como la celulosa cristalina o PASC, las diferentes enzimas LPMOs son también activas para residuos lignocelulósicos naturales, como el grano gastado de cervecería o paja de trigo pretratada, lo que destaca su gran potencial en el marco de un contexto de bioeconomía circular.